En un gesto de autocrítica y reflexión, Jesús Zambrano, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), reconoció públicamente los errores cometidos durante la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez.
Zambrano subrayó la falta de coordinación entre los partidos de oposición y la campaña de Gálvez, lo que dificultó la definición de una estrategia efectiva, la organización de giras y la transmisión de mensajes claros a los votantes.
En una reunión con la corriente interna del PRD, Nueva Izquierda, Zambrano admitió que la desorganización y las deficiencias del partido, sumadas a lo que describió como una “elección de Estado”, resultaron en la inminente pérdida del registro del partido.
Señaló que la compra de votos mediante programas sociales y el reparto de dinero el día de la elección fueron factores decisivos en el triunfo de la coalición de Morena.
Durante su intervención, Zambrano destacó que la coalición opositora no logró ganarse la confianza de la mayoría social. “El 30% de la votación fue insuficiente. La mayoría social nos rechazó, a Xóchitl y a la coalición no nos tuvo confianza”, expresó.
Afirmó que la falta de una estrategia de campaña discutida y acordada por todos los actores involucrados, así como la falta de coordinación en el cuarto de guerra, fueron fallos determinantes.
Zambrano también mencionó que, a pesar de los importantes recursos financieros destinados a la campaña, la imagen de Gálvez no fue suficientemente promovida por los candidatos del PRD.
Criticó la falta de una visión estratégica en la organización de las giras de Gálvez, lo cual afectó negativamente su campaña.
Al reflexionar sobre los resultados electorales, Zambrano describió la derrota como “desconcertante”. Atribuyó parte de la derrota a una “ilusión óptica” creada por las movilizaciones de la “Marea Rosa” y algunas encuestas que mostraban un empate técnico antes de la elección.
“Nunca pensamos que tendríamos estos resultados”, confesó de acuerdo con lo publicado por el diario Reforma.Reconociendo que el ciclo del PRD ha llegado a su fin,
Zambrano instó a trabajar en la creación de un nuevo partido con un nuevo nombre, dejando atrás las prácticas que llevaron a los actuales resultados.
“Ese PRD que construimos hace 35 años ya no existe más como tal”, declaró, aunque reafirmó su compromiso de seguir luchando por la democracia y un México mejor.La reunión concluyó con Zambrano emocionado, haciendo un llamado a la unidad y a la renovación del compromiso político, con vivas al partido, a México y a la democracia.