Un debate apretado y sin un claro ganador. Así transcurrió el tercer y último encuentro entre los candidatos a la presidencia de México; aunque todos se atacaron no se abundó en los temas importantes.
Claudia Sheinbaum, de la coalición Morena-PT-PVEM; Xóchitl Gálvez, de la coalición PAN-PRI-PRD; y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, participaron en el tercer ejercicio, denominado República segura y con justicia.
Para el analista político David Mendoza, los tres candidatos se mantuvieron en una misma postura, sin marcar diferencias sustanciales.
“Gálvez debió haber cerrado con mucha más enjundia o con el mismo nivel con lo que hizo en la mañana. También tiene que ver la dificultad que de pronto tiene esta candidata que está en una coalición muy compleja y diversa, y que finalmente le faltó fuerza. Y esto es algo que toma en cuenta la ciudadanía”, precisó.
En cambio, según el analista, Sheinbaum “estuvo más tranquila en contraste con sus participaciones anteriores, más articulada porque conoce las ventajas que tiene y el apoyo de toda la estructura gubernamental de Morena y del presidente Andrés Manuel López Obrador”, indicó.
Mendoza consideró que después de este tercer debate la diferencia en las encuestas entre Sheinbaum y Gálvez podrían reducirse.
La encuesta más reciente de la empresa Mitofsky en viviendas —aplicada del 3 al 6 de mayo a 1,600 adultos residentes en todo el país y con credencial para votar— reveló que Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, sigue a la cabeza de las preferencias electorales con más de 23,8 puntos porcentuales de ventaja en términos brutos, frente a Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, un leve descenso con respecto a la anterior medición, en abril.
El candidato de MC incluso aprovechó el debate para rechazar la idea del “voto útil” y defender sus propuestas, en un aparente disparo indirecto contra quienes en las últimos semanas lo han llamado a declinar su candidatura y apoyar a Gálvez. De hecho, por momentos Álvarez Máynez pareció más duro con Gálvez que con Sheinbaum.
Analistas consultados consideraron que ni la ronda de debates ni los candidatos estuvieron a la altura de lo que merecen los ciudadanos. Señalaron que el formato de los debates limitó el diálogo y que, para futuros debates, convendría invertir menos tiempo en explicar el método y la logística del formato. Además, opinan que la intervención de los moderadores debe ser más activa, aunque esto implique interrumpir a los candidatos, en pro de conseguir una respuesta concreta a las preguntas.
De los asuntos de política exterior, economía, seguridad, atracción de inversiones, fiscalización e industria, no se mencionó nada.
Es importante señalar que, en la previa al debate, la Marcha Rosa del Zócalo Capitalino precisamente convocó a la población a salir a votar en la próxima jornada electoral. Tras el tercer y último debate oficial, la ciudadanía saldrá al sufragio sin conocer a fondo las propuestas de sus proyectos de gobierno.
Con información de CNN.